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viernes, julio 16, 2021

LA FIRMA DE FM (final)

Habían pasado varios meses de la entrega del trabajo cuando FM recibió una carta que pertenecía a su amigo Paul, y decía así:


"Estimado maestro de maestros con profundo pesar debo decirte que mi último negocio fue descubierto, seguramente cuando leas esta carta estaré en prisión, por lo que sé, la policía ha seguido el rastro de nuestro último trabajo y más temprano que tarde llegarán a ti, lamento que nuestra larga amistad termine de esta manera, no me ofenderé si declaras desconocerme, pero la situación es compleja, porque una mujer que poseía en su colección privada uno de los cuadros, se enteró de que uno igual lo había adquirido un billonario que lo publicó en Internet, lo que siguió puedes imaginarlo".


A los pocos días se presentó en la casa de FM un patrullero y dos policías con una orden de allanamiento, revisaron todo incluido el atelier del patio trasero, se llevaron varios cuadros y a FM, esposado.


El día del juicio llegó, cuando a FM lo trasladaron a la sala le retiraron las esposas y lo sentaron en el banquillo de los acusados; sus tres cuadros se encontraban expuestos frente al jurado, después que el fiscal leyó todos los cargos el juez mirándolo a FM le preguntó si tenía algo para decir, y entonces FM poniéndose de pie dijo:


—Señor juez, debo decir que estos tres cuadros los cuales son excelentes copias de los originales, han sido realizados por mí; y mi cliente pagó mi trabajo en forma correcta, pero desconozco donde está mi falta porque como es mi costumbre yo firmo todos mis cuadros, incluidos estos, imagino que si fuera un falsificador como ustedes me acusan no sería tan tonto en firmar un delito. El juez asombrado miró al perito y lo llamó al estrado, después, el perito le preguntó a FM, —¿en qué lugar del cuadro está su supuesta firma?.

Cuando FM indicó el lugar exacto de aquel minúsculo punto, el perito con una gran lupa observó el lugar de cada tela y tuvo que afirmar que FM decía la verdad. No obstante esta sutileza no libró a FM de ser acusado y condenado, pero muy levemente. Un año de prisión domiciliaria, más dos años de tareas comunitarias, enseñar dibujo en una escuela primaria, esta condena FM la disfrutó muchísimo y el contacto con chicos le fue muy gratificante; por último se le advirtió que de reincidir en realizar copias de obras de arte podría tener que soportar una condena mucho mayor. Las tres copias de los cuadros de Paul Gauguin se enviaron a quemar, pero surgieron ciertas dudas si eso se llevó a cabo realmente. 

FIN



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LA FIRMA DE FM (segunda entrega)

 FM comenzaba a trabajar en su estudio trasero alrededor de las diez de la noche y su tarea se prolongaba hasta el amanecer, pero como un cazador profesional, primero  buscaba su preciada presa en el mayor de los tesoro que poseía su atelier nocturno, una biblioteca con más de cien volúmenes de libros con láminas a todo color y catálogo de exposiciones recopiladas en diversos lugares del mundo, en ese océano artístico FM buceaba varios días hasta encontrar su objetivo y después de la elección, antes de desplegar la tela, realizaba un estudio minucioso del carácter de ese autor, su estilo de vida, su lugar en el mundo, sus maestros, su obra. La elección estaba definida, en esta oportunidad sería Paul Gauguin, y tres de sus obras, Paisaje Bretón, Lutteurs en Herbe y En Pleine Chaurleur.


Una vez determinado el objetivo, ampliaba el cuadro elegido sobre una pantalla cuatro veces, y una enorme lupa con luz, sujeta a un brazo móvil, le permitía observar hasta  las más mínima pincelada de cada uno de los detalles, pero FM, tenía la capacidad de plasmar la intención del propio artista, se podría decir incluso que detectaba el estado de ánimo del maestro durante los  días en que realizaba el cuadro, FM se convertía cada noche en Paul Gauguin. Su trabajo lo acompañaba con varias copas de coñac y su música preferida  Chaikovsky. Cuando terminaba su trabajo diario, esperaba que los primeros rayos del sol iluminaran las copas de unos árboles próximo a su ventana, después de correr las cortinas se retiraba a descansar. Cuando se disfruta lo que se realiza, no se está trabajando, FM realizaba su tarea diaria incansablemente, sin perturbaciones, y era un hombre feliz. 


Cuando la parte artística estaba terminada, FM realizaba la última revisión antes del proceso de envejecimiento, en otro pantalla proyectaba la copia aumentada cuatro veces y la comparaba con el original, solo muy delicadas pinceladas completaba su trabajo, y a pesar de entender que se arriesgaba a que su obra fuera descubierta con facilidad, la firmaba, un minúsculo punto negro a diez centímetros del margen inferior y a otros diez centimetros del izquierdo, a pesar del enorme riesgo que esto implicaba, no podía dejar de hacerlo.


Un año después 


Una noche de lluvia paró frente a la casa de FM un automóvil negro de alta gama, el chófer le abrió la puerta trasera a un hombre bajo, y lo acompañó protegiéndolo de la lluvia con un amplio paraguas muy colorido hasta la entrada.


-¡Apreciado Paul, cuánto tiempo que no nos vemos! - le dijo FM - en voz alta al pequeño hombre, haciéndolo pasar. Era su cliente comprador de su último trabajo. Paul era un simpático señor de impecable traje de corte tradicional cruzado, sus zapatos de cuero claro, más su reloj, demostraba a primera vista su enorme capacidad económica. 


-Estimado maestro de maestros, el clima de tu país me perturba, pero aquí estoy. -le dijo con una amplia sonrisa Paul a FM.


Ambos amigos charlaron durante la cena recordando anécdotas inolvidables de compra y venta de obras de arte, genuinas y no tanto, después, el café con coñac se sirvió en el atelier trasero. Al entrar, FM iluminó los tres cuadros cubiertos con una tela de seda negra, y los descubrió para su amigo como si mostrara una joya exquisita. Paul, primero los miró a dos metros de distancia, recorriendolos con su mirada experta, sin decir palabra, inmediatamente después sacó de su bolsillo una lupa, y los inspeccionó uno a uno, en toda su superficie, deteniéndose en algunos lugares específicos, cuando terminó lo miró a FM y le dijo en voz baja. Son realmente sublimes y geniales mi querido maestro de maestros.


Continuará 

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jueves, julio 15, 2021

LA FIRMA DE FM (primera entrega)

 Nuestra lengua española describe al arte como:


1. m. o f. Capacidad, habilidad para hacer algo.


2. m. o f. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.


Y una de las interpretaciones de artista es:


5. m. y f. Persona que hace algo con suma perfección.


FM, así firmaba sus cuadros, coincidía perfectamente con esta última definición. Pero FM bien sabía que su actividad artística la desarrollaba muy próxima al delgado límite de lo legal o ilegal. Para ser más explícito, copiar una obra de arte a los efectos de practicar, por el solo gusto de hacerlo, o para observar en privado o en un reducido grupo de amigos, sin ser jurista, puedo imaginar que no es un delito, pero si dicha obra artística copiada con la destreza de FM, se vende como si fuera un original...la cárcel estará preparada para aquel que lo intente. Pero FM, realizaba este tipo de trabajos, solo para acaudalados amantes del arte que no logran acceder a un original, y entonces por un precio muy inferior, disfrutar de un Rembrandt, un Goya, un Matisse, o incluso de un Picasso, y de ese modo poder alardear de poseer una obra de arte original sin serlo. También debemos decirlo, que la ética artística si es que existe, impediría al artista copiar, lo que fuera, pero en la actualidad con las nuevas tecnologías podremos disfrutar de una escultura de Leonardo Da Vinci, como un cuadro de Goya, quizás mejor que ubicándonos frente a los originales, por lo cual imagino que en un futuro no lejano será necesario revisar una vez más, que es arte y que no, tema este que nos obliga a un amplio debate, digo como ejemplo que hoy mismo, se puede tener una pantalla digital, de altísima resolución, que me permita ver los cuadros o esculturas en 3D de todas las obras del museo del Louvre sin movernos de casa escuchando nuestra música preferida, esa pantalla en sí misma, son en mi opinión las nuevas obra maestra de este siglo XXI, capaces de reproducir miles de obras de arte, en diferentes rincones del vasto mundo.


FM era un verdadero artesano artístico en su metié, y para aquellas obras maestras de arte antiguas, las cuales poseen detalles similares a un vino de calidad muy añejo,  en donde el tiempo aporta una impronta fundamental, el envejecimiento de las capas de pintura, su decoloración y resquebrajamiento, dan como resultado una delicada pátina, que forman parte de una firma indeleble de cada pintura, esa era una de las capacidades que poseía FM, mediante delicados intervalos de calor y frío, lograba el envejecimiento prematuro de una cuadro, en unas pocas horas enviaba a esa obra reciente a cientos de años atrás. 


FM, poseía un estudio que en verdad eran dos, el primero se podría decir que daba a la calle y el otro al jardín trasero, de un estudio al otro se accedía por una puerta que simulaba ser una biblioteca. En el primero todas las obras eran firmadas como es lógico por su autor, FM, y en el segundo las obras eran firmadas por innumerables artistas, muertos hace mucho tiempo, pero allí FM, los regresaba a la vida con una contundencia, y destreza inmejorable. 


Una tarde de otoño se contactó con FM, un joven de rostro jovial, alto, vestimenta informal, diciendo ser estudiante de pintura llamado Esteban, la intención del muchacho era tomar unas clases de pintura con FM, pero ya en la primer entrevista las clases que quería tomar el joven no era en el estudio que daba a la calle, era en que daba al patio trasero de la casa de FM, su carta de presentación era de un amigo mutuo, que se dedicaba a manejar pequeñas y reservadas salas de exposición en algunos lugares de Europa. Yendo al grano, la idea era realizar una continuidad de obras de arte no muy conocidas por novatos del arte pictórico siempre y cuando fueran acaudalados, y posteriormente estafarlos.


-Sólo serán tres cuadros de colecciones privadas,- le dijo el joven a FM.-  que los dejamos a su elección, el único requerimiento es que deberán estar terminados dentro del año próximo. Nuestro mutuo amigo quiere saber el precio de cada una de las obras, cuando estén terminadas él vendrá a darle el visto bueno y después yo las vendré a retirar, le entregaré su dinero, y me los llevaré todos el mismo día. 


FM, era un hombre soltero que llevaba una vida metódica, su pasión más allá de la pintura era realizar caminatas en zona boscosa o montañosa escuchando música clásica, con sesenta años y un estado físico admirable le brindaba la confianza de realizar travesías muy largas en zonas de cierta complejidad, llegó a realizar jornadas de tres días disfrutando de su campamento, con su fuego, bajo un cielo estrellado majestuoso que observaba en absoluto silencio. Después de analizar este encargo, decidió que sería el último de firmas apócrifas, después, solo se dedicaría a trabajos originales propios, que dicho sea de paso no los vendía a mal precio, pero las falsificaciones ocupaban  para FM algo en su vida que no podía substituir por otra actividad, amaba esta profesión fuera de la ley, pensando con total naturalidad que esas obras copiadas por él no eran en sí mismo falsificaciones, solo sus firmas eran falsa, tal es así que todos sus trabajos a riesgo de ser descubierto con facilidad, eran firmados por él, una minúscula pincelada en un lugar en el cuarto inferior izquierdo eran su firma. FM aceptó el trabajo y se estipuló un precio que le permitiría vivir sin trabajar recorriendo el mundo el resto de su vida.


Continuará 


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jueves, julio 08, 2021

EL PROFESOR DE LITERATURA (cuento)

 

Nota del autor

Este cuento es mi pequeño homenaje a mi profesora de literatura, la profesora Paternostro, cuyas clases presencié en el colegio industrial Otto Krause. Por aquella época no le prestaba atención a su materia, estimada profesora, sin entender que la literatura es la herramienta fundamental para la buena vida del hombre, le pido disculpas distinguidisima señora.


Arq. Francisco R. Brun


__________________________________________________


Sonó el despertador, y los párpados le pesaban muchísimo, no obstante a sus 70 años solo en unos pocos minutos lograba pasar del sueño a la realidad, se levantó y miró su cara en el espejo del baño, comprobando que era prácticamente la misma de estos últimos años, abrió el agua caliente de la ducha, y la reguló con la fría, el baño tenía que ser rápido porque el calefón tenía algún problema y el agua caliente solo duraba unos pocos minutos. En tanto se duchaba no entendía porqué el plomero no venía, ya lo había llamado tres veces, pero nada, voy mañana, voy pasado, ayer no hice a tiempo, todas excusas como si fuera un chico de sexto año, igual que sus alumnos con los trabajos prácticos.


Después de limpiar sus dientes y afeitarse cuidadosamente, se dirigió a la cocina a prepararse el desayuno, unas tostadas de pan negro con manteca untadas con dulce de leche y un café con leche, más café que leche.


Le gustaba levantarse con tiempo suficiente para realizar todas las rutinarias actividades con parsimonia, esa hora matinal, y las que seguían después de la salida de la escuela, Bernardo las disfrutaba porque consideraba que formaban parte de su vida privada que era para él sagrada, como lo eran sus sábados y sus domingos, excepto los días que traía exámenes para corregir.


Este fin de semana tuvo que dedicarle unas horas a esta lamentable tarea de corregir, en donde comprobaba año tras año, cómo decaía el nivel de sus alumnos, a pesar de esmerarse en sus clases, no lograba que se interesaran en su materia, y ni siquiera leyendo en clase y explicando la intención de esos pequeños párrafos, los resultados de comprensión llegaban al grado de catastróficos.


Abstraído en sus pensamientos se colocó una camiseta musculosa y la camisa blanca que había planchado ayer, también  el pantalón del traje, al ajustarse el cinturón comprobó que necesitaba correr un agujero más para colocar la hebilla, señal que no estaba funcionando bien la dieta de su nutricionista para subir de peso, aparentemente era un tema metabólico por la edad y las preocupaciones de la escuela. Después se sentó en la cama para colocarse las medias y luego los zapatos acordonados negros gastados pero bien lustrados. Frente al espejo de la cómoda se probó la corbata negra, dejó la azul y la de pintitas rojas para otro día, en tanto realizaba el nudo pensó en lo sucedido el último viernes en la escuela, son otros tiempos se dijo, me falta solo un año más para jubilarme, por lo cual la palabra adecuada para un profesor de literatura es...soportar,... o tal vez mejor aguantar…, o quizá...mejor sería una frase, como ser, no bajar los brazos,... o tal vez mandarlos a todos al carajo,...pero evidentemente esta última frase demostraba una actitud muy grosera, y seguramente le traería más problemas que soluciones, por último se puso el saco, que disimulaba los huesos de sus hombros, y se dirigió al comedor;  sobre la mesa estaban los papeles de los exámenes, sus libretas y  dos libros, los siete locos de Roberto Arlt, y el evangelio según Van Hutten de Abelardo Castillo, guardó todo en su portafolio de cuero, lo cerró, calculó su peso y comprobó que era aceptable, luego salió a la calle, después de encontrarse en el ascensor con Clara, vecina de su mismo piso. ¡Buen día Bernardo! ¡Buen día Clara! falta poco para que terminen las clases, dijo clara sonriendo, ¿a dónde se va a ir de vacaciones? Creo que voy a ir a una isla en el Caribe, respondió con seriedad Bernardo, que me dijeron que solo hay monos y palmeras y si es así la compraré cuando me jubile. Usted siempre está haciendo chistes, dijo Clara riéndose, a propósito, le dijo Clara, no sé si escuchó el sábado a la noche la festichola de los nuevos de arriba, por poco mi marido quería ir a golpearle la puerta, diga que lo contuve, porque tiene un carácter. La verdad que no escuche nada, dijo Bernardo, lo que ocurre es que escucho música hasta muy tarde con auriculares para no molestar, le respondió Bernardo. ¡Qué mundo este! dijo Clara fastidiada, usted que hace cuarenta años que vive aquí no quiere molestar, y esta gente, recién llega y ya molesta.


El ascensor llegó a la planta baja y Bernardo abrió la puerta para darle paso a Clara, y se despidieron en la vereda. En la parada del colectivo solo había tres personas, a Bernardo le pareció muy pocas por lo general hay muchas más, por si acaso consultó a un señor para verificar la hora, pero no usaba reloj, entonces acudió a una chica, que consultando su celular le  dijo, ocho y treinta, lo mismo que indicaba su reloj que adelantaba, ocho y veintisiete. 


El colectivo llegó y no estaba tan lleno, por lo general siempre tenía que ir parado, pero estaba acostumbrado, ese día se pudo sentar en un asiento individual y disfrutar de los "bellos paisajes" del conurbano. En ese viaje Bernardo pensaba que haría cuando se jubile, tal vez, me gustaría hacer un viaje, la jubilación para un maestro no es mucha, pero agregando mis ahorros, también podría vender el departamento y con la ayuda de un crédito terminar la casita de Córdoba que no pudieron terminar los viejos, que dicho sea de paso este verano tendré que ir al menos unos días a ver cómo está todo aquello. Pensando tonterías sintió un fuerte olor a cigarrillo, cuando detectó quien fumaba, comprobó que era el mismo chofer, nunca lo había visto, pensó que debía ir hacia él y disimuladamente pedirle que no fume, que debía de dar el ejemplo, pero después se arrepintió y consideró que hacer eso era para tener un posible problema, faltando poco para llegar.


Se bajó del colectivo y solo tenía que caminar tres cuadras hasta el colegio, al llegar, en la puerta lo de todos los días, tanto las alumnas como los alumnos, todos distendidamente fumando cigarrillos de tabaco, excepto el grupito de siempre en la vereda de enfrente también fumaban pero otra cosa. Allí estaba, el líder del grupo, con anteojos negros, remera y pantalones de tela gruesa gastado bien a la moda, junto a sus otros cuatro compinches, cuando Bernardo se acercaba a la puerta para ingresar, notó con total nitidez que gritaban desde allí su apodo que ya conocía de hace mucho "flaco escopeta, bolu.. y trompeta" lo de trompeta se debía a una clace que quiso dar sobre instrumentos musicales y surgió que a él le gustaba tocar la trompeta, lo de bolu… corría por cuenta de los maleducados.


No bastó con una vez, lo repitieron, pero más fuerte y todos los alumnos que aún no habían entrado rieron en torno al profesor Bernardo.


Nuestro cerebro suele funcionar de modos realmente raros, y también en algunos momentos nuestra conducta se altera y cometemos un acto de locos o exagerado, tal vez determinados estímulos malos, nos hacen reaccionar, o quizás cuando el vaso se encuentra demasiado lleno, una sola gota puede derramar toda el agua, ya no del vaso,...de nuestro inmenso dique interior civilizado.


Ese lunes próximo a fin de año, Bernardo, al escuchar la broma, no entró al colegio, y en lugar de eso, recogió el guante y se dirigió al grupo de maleducados caminando lentamente, los mozalbetes continuaban riéndose descaradamente, Bernardo cuando estuvo cerca, sin decir agua va, el primer golpe dado con su portafolio se lo incrustó en la nariz al jefe del grupo, haciendo volar sus anteojos a la mitad de la calle, un automóvil que pasaba en ese momento los hizo añicos, el segundo dio con precisión en la oreja derecha de otro y al los demás no los alcanzó porque salieron corriendo.


Luego se acomodó su corbata, arregló el saco y se dirigió al colegio dejando en el piso a estos dos maleducados, el jefecito con su nariz chorreando sangre y su segundo con una oreja algo más que morada. El policía de guardia observó todo pero miró para otro lado, antes de entrar subió los dos escalones de la puerta y en voz alta dirigiéndose al grupo que seguía fumando en la puerta exclamó: ¡lo voy a decir una sola vez, si mañana vengo y alguien está fumando aquí, recibirá diez amonestaciones!, y si persiste su actitud será expulsado del establecimiento, aunque falte media hora para el fin de clases, ustedes pueden arruinar su salud donde quieran, pero yo no puedo permitir que se la arruinen aquí, se dio media vuelta y entró. 


En los días que siguieron nadie realizó una denuncia, y los alumnos del colegio ninguno siguió fumando en la puerta.


Ese mismo día el profesor Bernardo tomó lista, todos estaban presentes incluso los cinco maleducados, que por sus calificaciones se llevaron literatura a marzo, y en marzo, se la llevaron previa, porque no solo eran maleducados, también eran brutos. 


Al año siguiente, que era el último que le restaba transitar a Bernardo para su jubilación, el mismo transcurrió con jornadas muy tranquilas, y además por fin, pudo disfrutar  dictando sus clases de literatura.


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miércoles, junio 16, 2021

EL SOMBRERO MÁGICO (final)

 José se quedó dormido unos instantes bajo ese sol primaveral que calentaba su espíritu, y su cuerpo, cuando entonces alguien a su lado lo despertó. 


-¿Cómo está usted, estimado compañero de banco?, dijo aquel hombre.


Cuando José miró, era el cordial señor, con el que compartían el banco del parque,  que por algún motivo transmitía cierta profundidad de pensamiento, profundidad que pocas personas son capaces de transmitir, o tal vez porque a veces personas mayores que han transitado gran parte de su vida, tienen la capacidad de ver los que otros no pueden, a pesar de no ser ciegos.


-¡Estimado señor! que gusto verlo, ¿Cómo está usted? le preguntó José. 


-¡Muy bien!, dijo el hombre -disfrutando de este día soleado que que a mi edad templa mis huesos, mi mente, y lo más importante, mis pensamientos. 


-Sabe una cosa, le dijo José... -la última vez que nos vimos, no me presenté,  me llamo José.


-Encantado, yo me llamo Justino, nombre que me costó aceptarlo por ser blanco de mil burlas en el colegio, pero en una oportunidad un profesor me llamó aparte y sabiendo que las burlas me mortificaban, me dio un consejo maravilloso, me dijo que las burlas son eficaces cuando el burlado se enoja, pero si este las festeja también riendo, los burladores pierden todo entusiasmo, así lo hice y nunca más me molestaron. Usted no me creerá, pero sigo utilizando esta fórmula para todo aquello que me molesta en mi vida y siempre el resultado es eficaz. 


-Evidentemente su profesor era un buen hombre, le dijo José.


-Realmente sí, era un señor alto de nariz pronunciada y rigurosa traje gris con corbata, nadie entendía por qué, pero sin amedrentar, inspiraba un respeto enorme, cuando entraba al aula no se escuchaba volar una mosca, son muy curiosas ese tipo de personas. 


-Curiosamente, dijo José -los profesores buenos son aquellos que enseñan más allá de su materia, como por ejemplo ciertos aspectos de la vida que son muy importantes para un joven. 


-Así es, dijo Justino, -pero el problema surge cuando ya no contamos con profesores que nos guíen y el camino a seguir depende solo de nosotros.


-Cuando me encuentro con usted, me parece que el giro de nuestra conversación siempre se dirige a temas de mi vida actuales, un camino por seguir es algo que me ocupa justamente hoy todos mis pensamientos.


-Jajaja, rió Justino, que tema este que siempre me apasiona, es la pregunta que en algún momento todos nos hacemos ¿cuál es el camino que debemos seguir?

La verdad estimado amigo, esta incertidumbre sólo la podemos transitar en soledad, si ante una encrucijada alguien me indicara el camino, y después ese rumbo fuera el incorrecto, me arrepentiría por no haber realizado lo que mi inteligencia me sugería. Pero en cambio si la decisión es propia, no existirán responsables, solo yo seré el responsable, con un atenuante, jamás podré saber si el otro rumbo hubiera sido mejor o peor, por lo cual es solo una decisión, la cual si la misma fue buena o mala deja de tener importancia, el camino se eligió y a otra cosa.


José se quedó mirando al señor, en silencio. 


-¿Qué le ocurre mi amigo por qué se queda callado?


-La verdad Justino, le confieso que debo tomar una decisión sobre un asunto que me ocupa y es de suma importancia. 


-Si le sirve de algo, le diré mi fórmula para tomar decisiones, no es infalible pero a mi me ha dado al menos tranquilidad. Siempre frente a una decisión pienso que la misma logre hacerme feliz, pero no solo a mi, también para aquellos que estén involucrados, y créame, los resultados siempre han sido muy satisfactorios. Por supuesto que muchas veces estas decisiones implican perder algo, no siempre se gana, pero debemos pensar que la felicidad se encuentra escondida y es muy escurridiza, y solo al encontrarla nos damos cuenta que la supuesta pérdida no es gran cosa. ¿No se estimado amigo si puede ser claro?


José miró a los ojos de aquel hombre y luego respondió. -Ha sido usted muy, muy claro, estimado señor Justino.


Luego de la breve charla Justino, dándole un apretón de manos se despidió de José y se retiró caminando despacio por el sendero del parque. José después de esta breve charla había podido tomar una decisión, solo le restaba comentarlo con su mujer y después transmitirlo en la empresa.




José al llegar a su casa se reunió con su mujer para decirle la decisión que había tomado. La señora de José se llamaba Blanca y junto a ella habían asumido cientos de situaciones difíciles, pero esta vez por algún motivo, José esta decisión no podía compartirla, por tratarse de un tema de su empresa y la de sus socios, no obstante, la misma era de cierto riesgo y esto si debía decírselo a Blanca.


Jose tomó de la mano a Blanca y la invitó a sentarse en la galería frente al jardín. 


 -Qué dirías Blanca si dejo la empresa para dedicarme a otra cosa. Lo he pensado mucho, y las opciones que tengo son continuar tratando de conseguir más contratos, inclusive del extranjero, convertir la empresa en constructora, o retirarme. 


-¿Y qué harías si te retiras José, tú aún eres joven?, y no te veo haciendo los quehaceres domésticos -le pregunto Blanca-.


-He pensado algunas cosas, -le respondió José-, pero deberíamos vender nuestra casa y realizar un nuevo proyecto en otro lugar, te anticipo que no será fácil para ti y los chicos, otro lugar implica perder amigos, nuevas costumbres, es decir, una nueva vida desconocida y muy distinta a la actual, incluso pueden existir algunas privaciones. Lo he pensado, pero si tu no estás de acuerdo, no puedo hacerlo, porque no te mereces con todo lo que hemos luchado, deshacernos de aquellas cosas que hemos conseguido juntos. 


-¿Que harias, si te digo que que no acepto?- preguntó Blanca-


Si no aceptas, -le dijo José- mi opción es convertir a la empresa en una constructora, pero esto implica un renovado esfuerzo, no es tan simple, buscar nuevos contratos en el extranjero no lo deseo, tendría que realizar interminables viajes de negocios, y esto nos restaría tiempo para disfrutar en familia.


-Te propongo algo -le dijo Blanca- Acepto todo los cambios en nuestra vida bajo una condición. 


-¿Cual? - le preguntó José - intrigado.


-En esta nueva etapa de nuestra vida, si realmente quieres emprenderla, el capitán del barco seré yo, y mi primer proyecto será realizar mi sueño postergado, quiero que desarrollemos juntos algo que siempre quise, una empresa de paisajismo, me siento preparada para hacerlo.


José miró su jardín que lo había proyectado y ejecutado Blanca,  en donde siempre se disfrutaba todos los diversos colores que pueden brindar la naturaleza en un espacio tan reducido durante todas las estaciones del año y entonces le dijo:


-Acepto, solo que yo elegiré el lugar,-dijo José- será Bariloche, después de decir esto José fue a buscar el viejo sombrero y se lo colocó a su señora, para después decirle - ¡Mi capitán, cuando usted quiera levamos ancla!


Ambos rieron.


Esa mañana Alejandro lo esperaba a José para hablar a solas antes de la reunión con sus dos hijos, para tratar el tema del nuevo rumbo de la empresa.


-José, no hace falta que te diga que la última palabra es tuya, pero mis dos hijos sueñan en conseguir contratos en el extranjero, y te debo adelantar que si votamos, obviamente yo estaré con ellos.


-Imaginaba que tus jóvenes hijos querían algo así, y debo decirte que son muy, muy capaces y poseen el ímpetu de todo joven, tienes que estar muy orgullosos de ellos, creo que no los mereces pero eso no importa.


Ambos rieron.


-Mi decisión está tomada, y no deberemos votar,...¡Vamos a la reunión!. -Le dijo José a su amigo-.



FIN



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jueves, junio 10, 2021

EL SOMBRERO MÁGICO (sexta entrega)

 José cuando llegó a su oficina de inmediato se comunicó con la empresa especialista en solucionar problemas de empresas y coordinó una reunión para el otro día por la mañana.


A las nueve en punto se presentó en el estudio un joven, que no daba el aspecto de ser empresario, y menos aún poseer la experiencia necesaria para resolver temas empresariales delicados, no obstante los cuatros socios y este muchacho después de presentarse como Edgardo Soler mantuvieron una conversación en la sala de reuniones.


José comenzó diciendo:


-Esgardo, le voy a ser muy sincero, no pretendo que se ofenda, pero me parece que usted es muy joven para el problema que debemos de resolver.


A este parecer de José el joven respondió:


-Esta apreciación señor José me la hacen todos los clientes que he atendido en mi primer encuentro, no obstante usted puede consultar mi cartera de clientes y solicitar referencias, con total libertad. Pero debo decirle que mi trabajo no es tan complicado como muchos creen, porque mi análisis de su empresa es desde un punto de vista externo, a diferencia del punto de vista de ustedes, el cual está cargado de criterios guiados por costumbres desde siempre, que no les permite ver ciertos aspectos que yo si podré detectar con facilidad, les daré un ejemplo; en una oportunidad asesore a un estudio de publicidad, que como sería lógico pensar, ellos mismos realizaban sus cortos publicitarios, pero no lograban aumentar su cartera de clientes, cuando yo les presenté el informe, les aconsejé que debían de contratar a otra empresa de publicidad para que realice su estrategia publicitaria, lo hicieron, y comenzaron a recibir nuevos clientes. ¿Porqué ocurría esto?, porque ellos no podían ver su propio potencial, y cuando querían transmitir sus puntos fuertes, no los veían y perdían tiempo en querer demostrar que eran una empresa seria, en lugar de mostrar su talento que era enorme, y esto es lo que realmente valoraban y buscaban sus clientes potenciales, no quiero decir con esto que se pueda aplicar en todos los casos, pero para esta empresa funcionó. 


Los cuatro socios, se miraron entre ellos y José dijo con más seguridad.


-¿Qué elementos le debemos brindar para su trabajo Edgardo?


-Gracias por confiar en mí señores, lo que les pediré es una especie de radiografía de su empresa, no son muchas cosas, el currículum de sus empleados, la lista de proveedores, las lista de sus clientes y la ubicación de todas las obras para poderlas recorrer. También una idea de las cosas que ustedes consideran que no están realizando bien, más las principales preocupaciones; aproximadamente mi análisis tardará unos quince días, al finalizar los mismos les entregaré un informe completo en donde podremos charlar sobre los puntos difíciles que se deben resolver. Mis honorarios solo los cobraré si ustedes quedan conformes con mi trabajo.


-Aceptado, dijo José. 


Después que el simpático joven de remera y anteojos se retiró, José con cierta intriga consultó la cartera de clientes de la empresa,... quedó sorprendido.


Pizzería La Nueva

Also decoraciones

JDJ arquitectura

Constructora FM

Coca Cola de argentina (depósitos y distribución)

Telecom de argentina (infraestructura)

Edenor (personal externo)

AYSA (sector obras)

Municipalidad de Tandil (corralón y reparación vehículos)

Peugeot Citroën argentina (sector chapistería)

Ford Argentina (personal)

Fiat argentina (ventas provincia de Córdoba)

Empanadas Luisito

Peluquería Adorno


José quiso preguntar para lograr una referencia y llamó a uno de los clientes de la lista.


-Buenos días, hablo con Also decoraciones...encantado, lo molesto para solicitar referencias sobre la empresa Soler.


-¡Si, del señor Edgardo!...mire, solo le diré lo siguiente, nosotros estábamos a punto de quebrar, nuestro problema era terminal, y este joven detectó lo que nosotros no podíamos ni ver ni admitir, a un año de su visita estamos abriendo locales en el interior del país. El chico es genial.


José esperaba impaciente el día previsto para el informe de Edgardo, hasta que el día de la reunión llegó. Edgardo se presentó puntual provisto de una pantalla en la que proyectó unos gráficos. Y comenzó su disertación de esta manera:


-Señores, si me permiten les leeré mi informe, más unos gráficos que quiero que observen, después me podrán preguntar todas sus dudas o incluso interrumpirme si algo no se entiende.

De acuerdo a todos los datos que ustedes me han entregado, y después de consultar proveedores y analizar sus obras realizadas y en ejecución, incluido su datos contables observó con mucha claridad que su empresa posee la solvencia económica, técnica y administrativa para poder llevar adelante un cien por ciento más de nuevas encomiendas sin ningún problema, me animo a decir también que su empresa es muy competitiva y sus trabajos, todos, han sido llevados adelante con una destreza y calidad muy superior a otras empresas similares a ustedes.

La pregunta es ¿qué ocurre, por qué motivo no pueden crecer y alcanzar nuevos objetivos? Mi respuesta es la siguiente, ustedes no tienen la culpa de esto que sufren, la culpa es del mercado de la construcción y del desequilibrio que existe entre oferta y demanda correspondiente a los trabajos de los estudios de arquitectura. Durante las últimas décadas este desequilibrio, aquí en estos gráficos lo pueden observar,  se fue incrementando y el resultado es que hay más estudios de arquitectura que obras, se suma a esto que grupos de inversores realizan sus nuevos proyectos, por lo general los más grandes del mercado, con estudios de arquitectura propios, limitando de esta forma aún más los posibles trabajos que ustedes están capacitados a realizar. ¿No sé si quieren realizar alguna pregunta?...Bien, para esta situación existen algunos caminos posibles, el de mínima es disolver la empresa, y buscar un sustento de vida en otro rubro, los mayores perjudicados si se decidiera hacer esto son los empleados, a pesar de que esto no siempre es así, porque ocurre que muchas personas que trabajan bajo contrato para una empresa y esta cierra o se disuelve, se animan a independizarse. Otro camino de máxima es imprimir a su empresa un carácter muy agresivo en la búsqueda de trabajos nacionales y también internacionales, enfrentando para esto último aspectos de cierta complejidad como lo es el idioma, las normas reglamentarias, los índices de calidad etc. etc. Por último puede existir un camino intermedio en donde deberían de convertir a su empresa en constructora, con capitales propios o asociándose a inversores, tal vez pensando en obras de menor envergadura a lo que ustedes están acostumbrados. Si me piden mi opinión no la puedo dar, porque las tres situaciones poseen riesgos, ninguno de los caminos es la panacea, depende solo de ustedes elegirlo. Estimados señores esto es todo lo que les puedo decir, solo espero que mi trabajo les permita buscar la mejor solución para su empresa. Pero debo decirles que si continúan sin modificar nada, la probabilidad es que solo puedan subsistir dos años más.


-Estimado Edgardo, dijo José poniéndose de pie, -para mi tu trabajo ha sido excelente, no sé qué opinan mis socios, todos asintieron y quedaron muy satisfechos.


Cuando Edgardo se retiró, los cuatro socios quedaron reunidos intercambiando opiniones, pero como siempre ocurría la última palabra la tenía José, por ser el que había constituido la empresa.


-Quisiera pensarlo con calma, dijo José a sus socios, necesitaría este fin de semana y el lunes nos reuniremos para decidir nuestro futuro y obviamente el de la empresa, pero en esta ocasión su opinión es muy importante, estamos hablando del futuro de nuestras vidas y la de nuestras familias.


Esa misma tarde José se dirigió al parque donde el lugar le brindaba oxígeno para poder pensar sin ser molestado, cuando cubrió sus ojos con el alero del sombrero...







Continuará 



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miércoles, junio 02, 2021

EL SOMBRERO MÁGICO (quinta entrega)

 Habían pasado tres años y el estudio de José asociado a Alejandro y sus dos hijos desde el punto de vista laboral funcionaba en forma excepcional, pero el clima de competencia que existía en el país era año a año cada vez más complejo. Los dos últimos concursos en los que se habían presentado los habían perdido, en uno de ellos consiguieron una mención, pero esto no alcanzaba para mantener su estructura. José era el administrador económico y observaba que cada mes se hacía cuesta arriba cumplir con todos los compromisos, si no lograban conseguir una obra de cierta envergadura tendrían que despedir empleados los cuales eran muy entrenados y apreciados por él, perderlos implicaba no poder recuperarlos. Los contratos con la compañía aeroportuaria eran ahora muy exiguos, José continuaba con su vinculación simplemente por esperar un repunte de encomiendas que no llegaba.


Esa tarde después de entregar los últimos cheques a los empleados Alejandro se dirigió al parque que frecuentaba para poder ordenar sus ideas, siempre ocupaba el mismo asiento, pero esta vez alguien estaba sentado allí, esto no impidió que él también se sentara. El hombre era un señor mayor de pelo blanco, su vestimenta era muy formal, vestía de saco y corbata, y sobre sus rodillas sostenido con una mano, se observaba un periódico y un libro, se podría decir que era un profesor universitario. Al cabo de unos instantes el señor sin mirar a José dijo:


-¡Que hermoso día se aprecia desde este lugar!, ¿no se si a usted le ocurre lo mismo?, a mi me parece que puedo ver el mundo entero. 


-Quizás sea así como usted dice, -respondió José mirando al parque. -¿Quién puede asegurar que todos los seres humanos no veamos por igual al mundo entero y al mismo tiempo?. 


El señor sonriendo dijo, - exactamente, incluso ¿quien no puede decir que todos los seres humanos tenemos los mismos problemas?


-Bueno, -dijo José, -lo que no creo es que todo el mundo tenga el cúmulo de problemas que tengo yo.


-Algo parecido me ocurría a mí, le voy a confesar algo, estimado compañero de banco, en una oportunidad cuando yo era joven, se me presentó un problema que no viene al caso, por el cual la situación me parecía insuperable, mi angustia aumentaba día a día y durante la noche este problema se acrecentaba, había llegado al extremo de no poder hablarlo con nadie, incluso llegué a pensar que tal vez esa mochila desaparecería en algún momento por sí sola, hasta que el problema se hizo presente en cuerpo y alma. En un primer momento me aterrorizó, a tal punto que llegué a pensar en hacer una locura, y dirigiéndome a la costanera con mi mente desbordada, al pararme frente al río, un joven desconocido que estaba pescando, quizás al ver mi cara desencajada, jamás lo sabré, dirigiéndose a mí, me dijo.


 -¿Qué le pasa señor, tiene algún problema?,... ¿necesita ayuda?.


-Esa última pregunta, ¿necesita ayuda?,...Me brindó la respuesta que no encontraba, ¡Si, por supuesto, que necesito ayuda! Esa conversación se prolongó toda la tarde, y aquel joven que jamás me dijo su nombre, me hizo entender que el principal problema era no comprender que necesitaba ayuda. Así fué que cuando la pedí, en pocos días encauce mi problema y al cabo de un tiempo lo superé, o al menos pude continuar con mi vida, aceptando y enfrentando mi problema, lo cual no es grato, pero no le permito que me domine, yo, domino la situación, y el rumbo de mi vida. 


-Por eso estimado  amigo de banco, le pregunto, ¿necesita usted ayuda?.


Ambos hombres se miraron a los ojos, y José pudo observar en la mirada de aquel desconocido,... la mente de un sabio.


¡Por supuesto que necesito ayuda!, se dijo José ¿por qué me empeño en querer resolver todos los problemas, solo?, si en verdad soy un hombre como cualquier otro, con miedos, con angustias, con limitaciones, que debe soportar presiones, obligaciones. Si por algún motivo las cosas no se están dando como deseo, quizás exista algo, algo que no alcanzo a ver para que esto ocurra. ¡Sin duda necesito ayuda!, ¿por que debo ser arrogante y todopoderoso, si solo soy un hombre, con defectos y virtudes?.


Cuando José quiso decirle algo a aquel desconocido, el señor ya no estaba, José recorrió con su mirada el sendero del parque, y no lo pudo ver de nuevo. Al acomodar el ala de su sombrero sobre sus ojos para distenderse un instante, recordó de inmediato el contacto realizado por una empresa que justamente se dedicaba a organizar empresas que estuvieran desorganizadas, ni más, ni menos. ¡Esa era la ayuda que necesitaba José!





Continuará 

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lunes, abril 19, 2021

MIEDO

 La búsqueda de una historia misteriosa por lo general adopta temas como la muerte, los fantasmas, el más allá, secretos muy viejos, historias de castillos y casonas abandonadas, la locura, un crimen, apariciones, monstruos que habitan un lugar pero jamás se los atrapa. El hombre ha escrito y contado estas historias desde siempre, por placer, por entretenimiento, con la intención de causar miedo. El miedo es esa sensación que nos deja sin protección o sin la sensación de seguridad, el miedo nos atrapa y ocupa toda nuestra atención, el miedo nos paraliza, cuando superamos esta situación nos tranquilizamos y la perspectiva de nuestra vida vuelve a ser luminosa, y renovadas esperanzas nos gratifican.


Esta historia que voy a contar, sucedió en una región de Argentina, en un pequeño pueblo de la pampa húmeda, el nombre de ese pueblo es preferible no saberlo, ¿por qué motivo? porque los acontecimientos malos no aportan nada a nuestras vidas es preferible olvidarlos.


La siesta de verano en muchos lugares se continúa practicando, e incluso se dice que es saludable, ese día en particular todos dormían incluso los perros vagabundos, de pronto cuando nadie lo observaba una niebla gruesa y gris se levantó desde el sur y dejó al pueblo en penumbras, en un primer momento aquellos que despertaban creían que por algún motivo continuaron durmiendo hasta llegar la noche, pero al consultar el reloj el mismo indicaba las cuatro de la tarde.


Al salir a la calle para comprobar qué sucedía, la niebla era tan espesa que no se podía ver absolutamente más allá de diez metros, la preocupación por este suceso comenzó a transmitirse de boca en boca por teléfono, nadie de los antiguos pobladores habían experimentado un hecho climatológico ni siquiera parecido, el primer día no dejó de ser una curiosidad con explicaciones tales como, que pudiera ocurrir por la quema de pastizales sumado a una atmósfera muy pesada por el calor, entonces el humo espeso cubría todo, solo que esta niebla no tenía olor a humo. Otros pensaron que tan solo eran nubes demasiado bajas y que al no existir viento cubrieron el pueblo, lo notorio era el drástico descenso de la temperatura, a las seis de la tarde el termómetro indicaba veinte grados centígrados, para un día de Enero no era frecuente.


Como sucede en los pueblos chicos, las charlas telefónicas subían el tono de esa situación y alguien tiró la idea que no era una niebla de buenos augurios, esto llegó a los oídos del cura párroco el cual brindó una misa en soledad, y a las ocho de la noche se escucharon ocho campanadas que no ayudaban a las buenos pensamientos, sumado a que junto con las mismas todos los perros del pueblo comenzaron a realizar un aullido largo que no brindaba tranquilidad, todo lo contrario.


El comisario del pueblo dio una vuelta por esas calles oscuras y desoladas guiado por su linterna junto a sus dos colaboradores, al encontrarse con vecinos se intercambiaban al principio charlas graciosas, pero al transcurrir el tercer día y no cambiar la situación, solo el aumento del frío, la preocupación lentamente se transformaba en temor. Las rondas el comisario las realizaba atándose de la cintura él y sus ayudantes con sogas.


Algunos pobladores llamaron a pueblos cercanos en donde vivían parientes y este fenómeno no ocurría, evidentemente el pueblo elegido por la naturaleza u otra cosa era solo ese.


El quinto día se sumó un nuevo y alarmante hecho, la luz se había cortado y los teléfonos no funcionaban, algunos vecinos, se asomaban a la ventana y comenzaron a gritar.


-¡Alguien me escucha!


-¡Si, escucho!


-¡Me estoy quedando sin agua!, ¿quién puede ayudarme!


-¡Yo también!


-¡Nosotros también!


-¡Aquí igual!


Y la cadena de llamados se prolongaba por todas las calles.


Los alimentos al séptimo día se terminaron en la mayoría de las casas, ir a alguno de los dos almacenes del pueblo era caminar a ciegas, pero algunos padres con hijos chicos salieron en busca de comida y agua, utilizar automóviles era riesgoso, si varios intentaban lo mismo, chocar en cualquier bocacalle era lo más probable. Muchos llegaron al almacén pero el encargado solo pudo abastecer a las familias del pueblo no más de dos días.


Al octavo día la situación se había tornado desesperante, esa noche sin fin y cada vez más fría empezaba a alterar a las personas, el terror se esparcía y aumentaba al no entender nadie que causa los había llevado a que una extraña niebla desconocida alteraba la normalidad de sus vidas.


Una familia decidió enfrentar el problema y a viva voz, pidieron que todos se reunieran en la plaza, para desde allí organizarse y luego dirigirse por el camino real hasta la ruta, trayecto que en tiempos normales demandaba a pie tres horas. La consigna se propagó y lentamente cientos de personas incluidos niños y mayores cubrieron sin poder verse toda la plaza y calles circundantes, mediante sogas se ataron unos a otros formando una larguísima columna, el comisario junto a su familia encabezaba la línea y así partieron. El reloj de varios padres ya indicaba más de tres horas de caminata, pero la ruta no llegaba y esa maldita niebla persistía, la única explicación era que se hubiera errado al camino, pero cómo saberlo, mejor no hacer conjeturas y continuar, la columna humana continuaba su destino, destino por el momento desconocido, pero al menos se estaba actuando, todos caminaban hacia un mismo lugar, en silencio con temor, algunos niños llorando, madres aferradas a sus hijos, hijos ayudando a sus padres.


En un momento la columna se detuvo, pero para los que se encontraban en los últimos lugares, solo podían imaginar lo que podía haber ocurrido, tal vez los de adelante llegaron, tal vez estaban perdidos, la incertidumbre los angustiaba. 


El último de la fila era Don Julián, que pensaba quedarse en su casa, porque creía que cuando se llega a grande no queda mucho que perder excepto la vida, que inexorablemente también se perderá, pero sus nietos lo convencieron, Don Julián era morocho, grandote, y aún vestía bombacha y alpargatas, ya no trabajaba más en el campo pero ahora tenía una nueva actividad, era el invitado infaltable a todas las fiestas, casamientos, cumpleaños, bautismo, o asado multitudinario celebrando algún día conmemorativo, su función era tocar la guitarra y cantar. Ante tanta incertidumbre por culpa de esa niebla maldita se le ocurrió hacer algo que era lo único que sabía hacer, cantar, y entonó una viejísima canción folclórica que dice así:


Sapo de la noche, sapo cancionero

Que vives soñando junto a tu laguna

Tenor de los charcos, grotesco trovero

Estás embrujado de amor por la luna

Tenor de los charcos, grotesco trovero

Estás embrujado de amor por la luna


Yo sé de tu vida sin gloria ninguna

Sé de las tragedias de tu alma inquieta

Y esa tu locura de adorar a la luna

Es locura eterna de todo poeta

Y esa tu locura de adorar la luna

Es locura eterna de todo poeta


Sapo cancionero

Canta tu canción

Que la vida es triste

Si no la vivimos con una ilusión

Que la vida es triste

Si no la vivimos con una ilusión


Tú te sabes feo, feo y contrahecho

Por eso de día tu fealdad ocultas

Y de noche cantas tu melancolía

Y suena tu canto como letanía

Y de noche cantas tu melancolía

Y suena tu canto como letanía


Repican tus voces en franca porfía

Tus coplas son vanas, como son tan bellas

¿No sabes, acaso, que la luna es fría...

Porque dio su sangre para las estrellas?

¿No sabes, acaso, que la luna es fría...

Porque dio su sangre para las estrellas?


Sapo cancionero

Canta tu canción

Que la vida es triste

Si no la vivimos con una ilusión

Que la vida es triste

Si no la vivimos con una ilusión


Como por arte de magia la canción comenzó a ser entonada por los últimos de aquella fila, hasta contagiar al pueblo entero, cada vez con más fuerza, cada vez con mayor confianza, parecía que ese canto realizado en conjunto, despejaba en principio el miedo y se entendió que ante cualquier eventualidad de la vida por siniestra que pudiera ser, algo en nuestro interior sala en nuestra defensa, algo tan simple como un viejo canto. Lo asombroso fue que al continuar cantando el pueblo entero, cada vez con mayor convicción y coraje, increíblemente también se despejaba esa maldita niebla cerrada, lentamente podían ver más allá de los diez metros, ya se veía a quince, luego a veinte,  luego a treinta hasta que un rayo de sol irrumpió en el campo, luego el azul del cielo, mirando hacia atrás se podía ver el pueblo entero, rodeado de campo, repleto de esperanza. 


Así, un pueblo entero, solo cantando, pudo llegar a destino a pesar del miedo.


                                FIN

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