“Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”
Autor desconocido
El periodismo es una profesión difícil, y en muchas ocasiones si la noticia no irrumpe en el público como una bomba, solo se recuerda la misma unas pocas horas para pasar al olvido más absoluto.
Nico W, sabía esto, y además subsistir en los medios y redes de comunicación era como deslizarse en una montaña rusa. Una mañana cuando estaba desayunando en un bar de mala muerte en la ciudad de Buenos Aires, sonó su teléfono y una voz le dijo esto.
—¿Nico W? —dijo esa voz de hombre desconocido.
—Si, soy yo.
—Tengo algo para usted, muy grande.
—¿Qué tan grande? —respondió Nico W, con desdén agregando azúcar a su taza de café, expedida por un máquina que solo sabe Dios quién y cuándo se limpió.
—Tan grande como el proyecto de la ciudad en Marte; le puedo decir exactamente quién es el dueño, y mentor de esta colosal obra, para la cual se necesitan recursos tan extraordinarios que dejarán a países enteros en la bancarrota por todo el mundo.
—Me interesa —dijo Nico W, de inmediato, prestando más atención.
—Lo espero mañana a las ocho de la noche en Arenales y Esmeralda, en la plaza frente al palacio San Martín, iré con un pulóver rojo y con un perro caniche blanco.
—Allí estaré —le respondió Nico W, para después tomarse de un sorbo su café, y colocándose una campera, tan gastada como la suela de sus zapatos, salió de allí rumbo a la redacción.
La ciudad de Buenos Aires a fines del siglo XXI era muy distinta a como la conocemos hoy, por empezar no existían automóviles con choferes, solo se podía ver en sus calles unos pequeños vehículos silenciosos que transportaban pasajeros, que no tenían prisa por llegar a ningún lado, por ese motivo todo parecía transcurrir en cámara lenta. El palacio San Martín se había reciclado como lugar de convenciones primero, y después, se transformó en un lugar para escuchar música electrónica presencial.
Cuando Nico W llegó a su oficina encendió su computadora y un enorme aviso rojo le recordaba de la reunión general a las diez, faltaban diez minutos. Después de colocar sobre una soga atada de pared a pared desde sus extremos la sábana verde que utilizaba de fondo para que no se pudiera ver el desorden universal de su oficina en las reuniones virtuales, arrastró con su mano, de una sola vez todo los papeles y libros acumulados en su escritorio, estos cayeron al piso levantado una nube de polvo.
La reunión comenzó puntual, se podía ver en el monitor la cara del director y sus cuatro compañeros de trabajo.
Sin decir siquiera buenos días, el director comenzó la reunión diciendo:
—No es necesario que les diga que hace una semana que no presentamos una noticia decente, nos estamos quedando en el fondo del mar del interés de la audiencia, necesitamos algo importante, cualquier cosa; dos importantes auspiciantes se han retirado, y se fueron al espacio del programa de recetas de comidas; si seguimos así quedaremos todos en la calle. ¿Que tienes Laura? —le pregunto a una joven de cara asustada y anteojos con aumento.
—Los índices económicos mundiales comenzaron a repuntar pero muy lentamente.
—¿Alejandro?
—Sí jefe, soy padre de un varón, nació esta madrugada. —dijo sonriente un joven de pelo crespo… todos rieron, excepto el jefe.
—Me alegro por ti, pero dile a tu esposa que si continuamos así, no podrás alimentarlo.
—¿Sofía?, por favor no me digas que cuando el huracán tocó tierra no murió nadie.
—No, pero desapareció una mujer —dijo la joven con voz entrecortada— pero por suerte la encontraron sana y salva… Todos rieron.
—¿Nico?
—Tengo algo grande jefe, hace varios días que lo estoy investigando, pero recién mañana tendré una última confirmación —dijo esto Nico W con su mejor cara de investigador.
—¿No puedes darnos un adelanto?
—Solo le digo que es algo grande.
—¿¡Pero qué tan grande!?, le preguntó ofuscado el jefe.
—Grande como el planeta Marte jefe.
Todos se quedaron en silencio mirando la cara de Nico W.
—Bueno, esperaremos hasta mañana.
—No quiere que le diga el pronóstico del tiempo para esta semana —dijo un joven de ojos claros, y pelo rubio.
—No gracias —dijo el jefe—, nunca acertamos, subieron un meme que da vueltas por allí mostrando a un hombre sin paraguas empapado por la lluvia y nos menciona como responsables; es muy gracioso…si no fuéramos nosotros.
A la hora indicada para reunirse con ese hombre desconocido que le había prometido una noticia enorme, Nico W estaba allí; de pronto un señor mayor de pulover rojo, pantalón negro y zapatillas rojas con un sombrero Panamá, sosteniendo en sus brazos un caniche se le acercó.
—Hola Nico —le dijo ese señor bajito de ojos claros y una sonrisa afable— usted es mucho más alto de lo que imaginaba, la pantalla es engañosa.
—¿señor? —preguntó Nico, extendiendo su mano.
—Mejor será que no sepa mi nombre, yo no quiero involucrarme en esto, llámame si quiere JV —dijo el señor acariciando su perro— antes de empezar le pido por favor que apague su teléfono.
Nico le hizo caso, y después se sentaron en un banco próximo.
—Comenzaré por el principio, pero primero quiero hacerle una pregunta. ¿Sabe usted algo con respecto a la ciudad que se está realizando en Marte?.
—No se mucho al respecto, solo que hay una serie de empresas muy importantes que están invirtiendo allí, pero también hay versiones que eso es una fachada para ocultar otras cosas; tampoco se sabe quien es el director de todo, incluso se ha llegado a decir que se está realizando por robots, sin intervención de un ser humano.
—Bien, lo que le diré está noche es la verdad, incluso toda la documentación que avala lo que le digo, pero le adelanto que si se atreve a investigar en profundidad todo esto, entrará en un territorio peligroso, porque aquí está en juego la sustentabilidad de nuestro planeta, y los volúmenes de dinero que se manejan son colosales.
El pequeño señor comenzó a contarle con lujo de detalles, toda esta operación Marsiana; con fechas, lugares, fusiones de compañías, nombres, países, presidentes de países involucrados, políticos y por último el nombre del cerebro de esta trama impresionante: Marcos hijo; después, al terminar su extenso discurso, sacándose el sombrero, y secando su frente con su pañuelo dijo:
—Sabe una cosa, me he quitado un enorme peso de encima, ahora todo está en sus manos; usted es un hombre joven y audaz que sabrá hacer lo mejor para divulgar esto, que le aseguro de continuar, nos lleva a todos a un abismo. Una cosa más comienza por investigar el supuesto meteoro que destruiría nuestro planeta…es una burda mentira, armada para que cayeran todas las acciones de las principales empresas para de ese modo ser compradas por el mentor de todo esto.
Al terminar de hablar el misterioso hombre le entregó una pequeña memoria USB, le extendió su mano para saludarlo, se colocó su sombrero, acarició a su pequeño perro y se perdió en la noche.
Cuando Nico W, llegó a su casa, abrió el dispositivo y lo que comenzó a leer y ver era sin lugar a dudas la noticia más grande de todos los tiempos y la tenía solo él en su computadora.
Esa misma noche llamó a su jefe para contarle la novedad.
—Nico, son las tres de la madrugada, ¿estás en una fiesta o qué?. —le respondió su jefe aún algo dormido.
—Lo que tengo jefe, está vez, es muy grande, realmente muy grande.
—Bueno, te espero en mi casa para desayunar.
Cuando el jefe vio toda aquella documentación se quedó más que sorprendido y dijo:
—Nico, esto debemos manejarlo con muchísimo cuidado porque es una bomba neurótica, es más, si quisiéramos sacar a la luz todo esto a la vez, nos clausurarian el noticiero, nosotros solo somos un pequeño engranaje de una empresa de medios gigantesca que no sabemos quien la controla. Me animo a decirte que solo podemos sacar a la luz todo esto pero por otros medios, como las plataformas privadas y autónomas que se desplazan fuera de los sistemas de información.
La información es dinero, porque la misma permite al público en general y a los grandes grupos empresariales tomar decisiones; pero la desinformación también se utiliza para generar dinero. Esto Marcos hijo lo sabía muy bien y por eso había comprado una importante cantidad de medios por todo el mundo. Los miles de empleados que trabajan en esos medios no tenían idea a quién pertenecía la empresa para la que trabajaban. Pero lo que Marcos no podía controlar era las redes de usuarios; estos podían tomar una noticia y distribuirla entre millones de contactos en todo el mundo; en pocas horas el planeta se enteraba de lo que estaba ocurriendo, tan agresiva y dinámica era esta forma de información que en una oportunidad la poderosa empresa Coca Cola, tuvo que cambiar todos sus envases de plástico común a reciclables, porque si no lo hacía sus miles de millones de clientes no consumían sus productos y estuvo al borde de la quiebra.
(Continuará)