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martes, noviembre 14, 2023

AJEDREZ, LA GRAN HISTORIA (última entrega)


Las tres opciones se colocaron sobre la mesa: IA, proponía trabajar en el corral y en la quinta, a cambio de tener acceso a la biblioteca; el rey estaba de acuerdo, pero pretendía comerciar con el sobrante de la huerta, la leche y los huevos. Y la reina propuso, estar de acuerdo con ambos siempre que se respetaran sus privilegios, es decir que indirectamente le estaba diciendo a IA, que debía seguir atendiendola.

El acuerdo no estaba muy lejos, a pesar que la reina esgrimía con astucia su superioridad sobre IA, por saber que jamás descuidaba a los animales del corral, esto lo convertía en más débil para las negociaciones. 

IA, también entendía la trampa que le tendía la reina, y la codicia del rey.

Después de meditarlo, IA dijo:

Voy a decir mi última propuesta, si no la aceptan aquí terminan las negociaciones. 


—Te escuchamos, —dijeron al unísono la reina y el rey.


Los alfiles estaban atentos a las negociaciones, porque de ella dependía el futuro de sus familias. 


—Bien, estoy dispuesto a atenderte reina, bajo la única condición que no puedas dar más órdenes a nadie. En cuanto a ti rey, aceptó entregar el sobrante de la quinta, la leche y los huevos, si me retribuyes el trabajo que se debe realizar con oro. Los reyes se miraron con desconfianza, no estaban muy seguros de esta negociación; pero como no eran tontos, sabían que no lograrían nada más por parte de IA.


—Acepto —dijo el rey colocando su mano derecha sobre la mesa.


—Acepto dijo la reina, colocando también su mano sobre la del rey.


—¡Trato hecho! —dijo IA, colocando su mano derecha por encima de las otras dos.


El alfil mayor, habló:


— Señores, señora, a partir de este momento, ustedes han cambiado la historia de esta comarca, nosotros colaboraremos para que sus vidas sean respetadas, y les auguramos un futuro digno de ser vivido.



Fuente Wikipedia:

Tablas es el nombre que recibe un empate en ajedrez. En los torneos, este resultado otorga medio punto a cada jugador, expresado generalmente como «0,5-0,5» o «½-½».

Hasta 1867, las partidas de torneos que terminaban en tablas debían ser jugadas nuevamente. El torneo de París de 1867 tuvo muchas partidas terminadas en tablas que debieron repetirse, lo que causó problemas a los organizadores. En 1868 la Asociación Británica de Ajedrez estableció otorgar a cada jugador medio punto en lugar de repetir la partida.[1]

En partidas de alto nivel (disputadas entre jugadores con Elo mayor a 2500), el porcentaje de tablas puede llegar al 35%.[2]​ En el caso de las partidas entre programas de ajedrez, dicho porcentaje puede ser aproximadamente del 36%.


     FIN


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lunes, noviembre 13, 2023

AJEDREZ, LA GRAN HISTORIA (décima entrega)

        



Una de las piezas intrigantes del ajedrez son los alfiles; que en el antiguo juego, el chaturanga, era considerado con otra representación; después se convirtió en el actual guerrero con armadura, el cual posee limitaciones, porque solo pueden desplazarse dentro del territorio al que pertenecen, los casilleros blancos o los negros. En mi opinión de jugador inexperto en el arte de la guerra, los alfiles, cumplen las órdenes directas del rey o de la reina. Acatan su voluntad, incluso si es necesario,  entregan su vida por una causa, justa o injusta. Pero también pueden actuar por su propia voluntad. 


Puestas las piezas sobre el tablero, la reina y el rey se encontraban separados y amenazados por profundas grietas la primera, y un laberinto el segundo. Los animales del 

corral esperanzados en que IA los cuidaría, e IA, con la incertidumbre de tener que encontrar una llave, que solo Dios sabe, dónde puede estar. Debemos completar diciendo que en apariencia la noche que se aproximaba sería larga, con feroces animales hambrientos recorriendo el campo.

No obstante a esta situación, le faltaba un condicionamiento más; un cisne negro, que curiosamente también podía ser blanco; o los dos a la vez. Un cisne negro y otro blanco; en aquellos tiempos, los cisnes grises no existían. 


Letra chica: (fuente Wikipedia)

La teoría del cisne negro o teoría de los sucesos del cisne negro es una metáfora que describe un suceso sorpresivo (para el observador), de gran impacto socioeconómico y que, una vez pasado el hecho, se racionaliza por retrospección (haciendo que parezca predecible o explicable, y dando impresión de que se esperaba que ocurriera). Fue desarrollada por el filósofo e investigador libanés Nassim Taleb…seguir leyendo. 


Algo ocurrió esa noche que nadie lo preveía. IA, había decidido pasar la noche en el corral junto a los animales, la reina y el rey deberían de pasarla a la intemperie, no tenían otra posibilidad. Cuando todos dormían, un sonido muy agudo irrumpió en la comarca; todos despertaron, y algo dormidos pudieron ver, una luz majestuosa, que descendía del cielo estrellado, al igual que si una estrella se hubiera desprendido del firmamento y se posara próxima al castillo.

IA, quedó sorprendido por el evento y decidió ir a ver. Cuando llegó al lugar no podía creer lo que veían sus ojos; era un cilindro color plata rodeado de una bruma azul; de pronto se abrió una puerta y salieron dos seres que a los ojos de IA, parecían estar cubiertos por escamas doradas. IA decidió acercarse, no le faltaba coraje. 

Uno de esos seres, levantó su mano, a modo de advertencia y entonces IA se quedó parado en su lugar. El otro ser dijo con una voz muy rara.


—IA, sabemos quién eres y estamos dispuestos a ayudarte, también sabemos las necesidades de este reino, y queremos solucionarlas; pero solo se podrá lograr algo superador si entre todos buscamos el camino posible. IA, les preguntó:


—¿Quienes son ustedes, y de dónde vienen?.


— Yo me llamo Kushim, y este es mi hijo, ambos provenimos de un planeta muy lejano.    


IA, sabía que para poder salvar a la biblioteca y además cuidar y alimentar a los animales del corral, sin ayuda, difícilmente podría. No pasaba por su mente que los reyes aceptaran colaborar, por lo cual, tenía más que perder que de ganar. Escuchar a los recién llegados no le sumaba ni le quitaba nada.


—Los escucho. —dijo IA.


— Es largo de explicar, pero nosotros sabemos todo lo que ocurre en esta comarca; si lográramos que todos quieran colaborar; cuando me refiero a todos esto incluye a la reina, al rey, y a ti IA; pueden lograr diez mil años de prosperidad; pero si uno solo de ustedes se niega, será imposible. 

IA, se quedó pensando unos instantes, sabía del carácter intransigente de la reina y el rey, pero también sabía todo lo que estaba en juego.


—De mi parte señores, no tengo inconveniente, no obstante, les advierto, que no se como lograr que los tres podamos sentarnos en una mesa.


—Eso corre por nuestra cuenta dijo aquel extraño hombre. —mirando a su hijo—, si estás de acuerdo comenzamos.


—Una última pregunta señores, —dijo IA—, ¿qué ganan ustedes en todo esto?.


—Nosotros somos una tribu, que necesita un lugar para desarrollarse, pero no conquistamos por la fuerza, sólo si nos permiten desembarcar lo hacemos, de lo contrario nos vamos.


—¿De cuántas personas estamos hablando?, —preguntó IA.


—Somo diez familias, más nuestros

descendientes —dijo el más joven. 


IA, después de pensar nuevamente esta propuesta, se dijo; no son usurpadores, parecen sinceros, y en el reino, ya no quedaba nadie; tengo mucho más para perder, yo solo, que lo que puedo ganar. 

 

—De mi parte, estoy de acuerdo en encontrar soluciones, y sean ustedes y sus familias bienvenidos a la comarca. 


Los dos alfiles sacaron de su nave un artefacto muy extraño y subieron al mismo; el cual se elevó sobre el suelo a baja altura y se dirigieron en busca de la reina y el rey. 

Cuando encontraron a la reina, su estado era deplorable, estaba sucia, despeinada, con su cara manchada de hollín, pero a pesar de esto, mantenía su soberbia infinita. Cuando los alfiles le preguntaron si deseaba que la ayudaran a salir de ese lugar del demonio, los miró y les dijo, sin siquiera conocerlos. 


—Es su obligación y mi derecho, por ser reina. 


Los alfiles, se miraron entre sí, y sonrieron. Después la tomaron de los brazos y la subieron a su vehículo volador para llevarla al castillo. Por último, fueron a rescatar al rey, el cual les agradeció a los dos alfiles, pero en su fuero íntimo desconfiaba de una actitud tan noble. Justamente él, que era un profesional de la traición. 

Cuando todos estuvieron presentes en el castillo; IA, explicó a los reyes las intenciones de los alfiles, y sus condiciones. Los tres quedaron de acuerdo en debatir, lo harían en la mesa redonda de los juegos, ubicada en uno de los salones principales del castillo. 

IA, colocó sobre la mesa una jarra con agua y cinco jarros de madera; y aclaró a los reyes que los alfiles sólo serán veedores de las deliberaciones sin intervenir.

Tomó la palabra IA, para detallar su propuesta:


—Si los dos están de acuerdo yo puedo encargarme de la limpieza y atención de los animales del corral y brindarle a ustedes, la leche, y los huevos, también puedo cultivar la tierra y cosechar las frutas y verduras, incluso estoy dispuesto a acarrear el agua, para que puedan tenerla a su disposición todos los días. Mi única condición es poder acceder todo el tiempo que necesite a la biblioteca.

El rey después de unos instantes dijo:


—Yo estoy de acuerdo, pero bajo una única condición; quiero que todo lo que sobre de leche, huevos, frutas y verduras, para poder venderlas a los nuevos pobladores, fijando yo el precio.


La reina, mirando a todos con su inútil soberbia dijo:


—Yo no estoy dispuesta a entregar mi reino a dos simples alfiles, un peón y un rey sin poder. ¡Yo soy la reina!, y todos me deben respetar sin condiciones, yo soy la ley, la verdad, la única que puede dar, y quitar; sus bienes o incluso su vida.


Todos se miraron, y espontáneamente rieron a carcajadas. La reina se enfureció al verlos reír y comenzó a insultarlos a viva voz, esto dio más motivos a los participantes de la reunión para tentarse más, riendo más fuerte.

La reina indignada patio la mesa y se retiró a su torre. 

Los dos alfiles, el peón y el rey se quedaron charlando amablemente. 


—Esta mujer, está loca, es tan necia que no comprende las limitaciones que tiene. —dijo el rey sirviendo agua a todos los presentes. 


—No sé cómo podemos hacerla entrar en razón, —dijo IA— es terca como una mula. Hablando de mula, debo ir al corral para atender a los animales, regreso lo antes posible. 


El rey que no era ni lerdo ni perezoso, se le ocurrió la brillante idea de poner de su lado a los alfiles.


—Señores, yo tengo la solución para este conflicto, si todos estamos de acuerdo, me encargo de encerrar a la reina en su torre, y haremos todo lo que se nos ocurra sin ningún tipo de trabas, ¿que opinan?.


Los alfiles se miraron y el mayor habló:

—Rey, nosotros somos personas honorables, nuestras creencias no nos permiten realizar ningún tipo de acto de las características que usted nos propone. Hagamos de cuenta que no nos ha dicho nada. El rey, avergonzado, tomó agua y se quedó callado.


Cuando la reina se calmó, no tardó más de unos segundos en darse cuenta que ya no era reina, ni poseía súbditos, ni corona, e incluso dudaba si su torre aún le pertenecía. Solo era una mujer común y corriente, que ya no podía dar órdenes a nadie. Solo le quedaba su astucia que no era despreciable. De inmediato, se vistió de campesina, se cortó el pelo y las uñas, se lavó la cara y emprendió una nueva embestida, con un nuevo plan.


—Estoy dispuesta a dialogar—dijo la reina después de bajar de su torre, incorporándose nuevamente a la reunión, con una amplia sonrisa bonachona.


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domingo, noviembre 12, 2023

AJEDREZ, LA GRAN HISTORIA (novena entrega)

 

           Cuando IA se paró frente a la torre que había caído, recién ahí pudo conocer la magnitud del desastre, era una montaña de piedras enorme; la valiosa biblioteca estaba allí debajo, cubierta por pesadas piedras de granito.

Cuando intentó mover la primera, solo logró moverla unos pocos centímetros, evidentemente sin ayuda era un trabajo inconmensurable. El riesgo era la lluvia.


—Si comienza a llover el agua pasará entre las piedras y llegará a los preciados libros arruinandolos a todos. —pensó IA.


Pero IA, recordó que en el subsuelo del castillo existían pasadizos secretos que interconectaban a las tres torres, él había estado allí una vez. Pero sabía también que esos pasadizos formaban un laberinto inmenso, en donde perderse significaba perder la vida. Eran corredores oscuros y misteriosos que nadie sabía el motivo por el cual se habían realizado. No obstante, IA se arriesgaría a ir, porque sabía que lo que estaba en juego era demasiado importante. 

IA, fue al establo y preparó varias antorchas con las que iluminar el camino para llegar al preciado tesoro.

No le fue difícil encontrar la puerta que conducía a una escalera que descendía hasta lo más profundo, allí encontró el primer corredor; su antorcha iluminaba un camino tapizado de piedras húmedas y renegridas por el paso del tiempo. Frente a él aparecieron las primera ocho puertas, pertenecientes a corredores, cada una tenían un cartel en el que se leía: fuego en la primera, seco en la segunda, tierra en la tercera, frío en la cuarta, agua en la quinta, húmedo en la sexta, aire en la séptima, caliente en la octava. 


Ver “Elementos de la naturaleza”.

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Elementos_de_la_naturaleza


IA sabia, que en la vida se presentan decisiones que son trascendentales, son riesgosas, pero que no es posible no hacer nada. Tomar una decisión, implica pararse frente a nuestras vidas y a riesgo de estar equivocados, y entonces razonar y decidir, qué es lo mejor para todos. Tomar riesgos es la esencia del ajedrez. IA, asumiría ese riesgo, porque tomar un riesgo es preferible a no hacer nada. El objetivo, valía la pena. También pensaba que existe la posibilidad de regresar al principio del camino y retomar otra decisión, porque nada tiene porqué ser definitivo. Regresar al principio puede ser una opción válida. 

Tomó su decisión y eligió una entre las ocho.

Después de abrir esa puerta muy pesada, cuyas bisagras rechinaron haciéndose escuchar; comenzó a caminar por el oscuro pasadizo, el mismo era muy estrecho, su antorcha iluminaba esas viejísimas piedras brillantes por la humedad del lugar; el pasadizo parecía interminable, de pronto en la pared pudo ver un prolijo tallado, que alguien había realizado con calidad y destreza. Cuando lo miró con detenimiento le pareció ver tres plumas, o quizás un trébol. 


—Quien habrá realizado esto, cuando, y porqué motivo; tallarlo en este lugar alejado del mundo, en total soledad y desamparo. —IA, no pudo contestar esta pregunta.

Su antorcha estaba por apagarse y encendió otra, para iluminar y continuar su camino.

Por fin, después de mucho caminar, otra puerta interrumpió su paso, pero esta vez no era una puerta cualquiera, se podía definir como el portal de los portales, con una inscripción que decía claramente:


“Esta es la puerta que aquel que la atraviesa; por fin comprenderá”.


Cuando IA, pretendió abrirla, comprobó que estaba cerrada…el problema era ahora poder encontrar la llave.


Tanto el rey como la reina deambulaban por campos de tierra arrasada, cada uno por su lado. La reina quería regresar a su castillo pero estaba rodeada por profundos abismos, y el rey, se había perdido en un campo de girasoles, no pudiendo encontrar la salida. La noche se aproximaba, y con ella, feroces y hambrientos animales acechaban. 

En los corrales, un viejo farol iluminaba a los presentes, el clima era distendido y cordial. El caballo Hidalgo contó tres veces la historia de una carrera protagonizada por él, cuando a pesar de ser el favorito como ganador, llegó último, y muchos apostadores ganaron muchísimo dinero. Todos los animales rieron y lo festejaron. 


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viernes, noviembre 10, 2023

AJEDREZ, LA GRAN HISTORIA (octava entrega)

      



        Entre los jugadores de ajedrez; existe lo que podríamos llamar una virtud. Cuando por ejemplo un maestro juega en simultáneo con varios jugadores, le es fácil detectar aquellos que son noveles en el juego, son principiantes que se arriesgan a perder con un maestro solo con la noble intención de aprender sin hacer trampas, obviamente. El maestro cuando observa a un joven que aún no está fogueado en el milenario juego, le advierte del error cometido al mover una pieza, para no adelantar la inevitable derrota por la superioridad del que sabe. Este acto, es la diferencia del ajedrez con respecto a otros juegos vulgares en donde solo interviene el azar, o la trampa. En cambio el ajedrez, es un juego de inteligencia, memoria, y estrategia, que lo hace muy superior a otros juegos. 


IA, al observar el estropicio que había quedado en la comarca, sintió una profunda lástima…no por la reina o el rey, tampoco por la liebre Gertrudis; sintió una profunda lástima y preocupación por los animales del corral y el establo, a los que él conocía y apreciaba. Fue entonces que decidió dirigirse al castillo.

El temblor de tierra fue de tal magnitud que destruyó una de las tres torres, la más importante; en ella se guardaba el tesoro más preciado de aquellos tiempos; la biblioteca, la cual poseía millones de libros, lujosamente encuadernados, y todos los que se denominan sagrados.


Pie de página, o letra chica; de suma importancia. (fuente Wikipedia)

Con la expresión «libro sagrado» o «sagrada escritura», en singular o plural, se hace referencia tanto a la forma de escritura (entendible como una particular técnica de escribir ―especialmente la jeroglífica, que etimológicamente significa eso, ya que proviene del griego hierós (‘sagrado’) y glyphós (‘escrito‘)― o bien como un particular género literario como a cada uno de los libros sagrados. En la mayor parte de la bibliografía se utiliza esa expresión particularmente para designar a la Biblia (el conjunto de libros o textos sagrados del cristianismo).

Los libros sagrados tienen diferentes formas de presentación (rollo, códice, un único libro, varios tomos, recopilación), antigüedad y grado de santidad atribuido por los creyentes de sus religiones. Muchas de tales escrituras existieron originalmente como mitos de tradición oral memorizados y transmitidos de generación en generación antes de ser escritas y pasar a ser escritura, lo que aumentó significativamente su prestigio. En casi todas las religiones persisten distintas formas de recitado o de cantar todo o parte de los libros sagrados, en voz alta o mentalmente, como forma de oración o en distintos rituales.

En las religiones monoteístas (denominadas también religiones abrahámicas o religiones del libro), el Tanaj es el texto sagrado del judaísmo; la Biblia (compuesta por el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento) es el del cristianismo; y el Corán es el del islamismo. Entre las religiones orientales, las escrituras sagradas del hinduismo son los cuatro Vedas y los Upanishad, entre otros.

Aunque las civilizaciones antiguas copiaban textos a mano desde sus inicios (Libro de los Muertos del antiguo Egipto, por ejemplo), la primera escritura impresa para distribución masiva fue el Sutra del diamante en el año 868 (Cánones del budismo); mientras que la Biblia de Gutenberg lo fue en 1455.

El derrumbe de la enorme torre de piedra fue inclemente con los libros, que quedaron allí, sepultados.

Tanto a la reina como al rey, no les interesaba ir a esa torre, de hecho, nunca fueron. El único que frecuentaba la misma era IA, aprovechando sus horas de descanso; allí, él se sumergía en un mundo maravilloso, jamás pudo comprender cómo ni a la reina, ni al rey, le provocará interés poder conocer lo que contenían esos textos, que relataban y protegían todo lo vivido por viejas sociedades; cuentos, historias, sacrificios, alegrías, conocimientos, conjeturas, leyendas. ¿A quién no puede interesar tanta majestuosidad, al alcance de la mano?. IA, no lo podía entender.

IA, poseía una capacidad, entre muchas otras, que bien se podría denominar sobrenatural; podía saltar distancias enormes. Cuando llegó al primer precipicio, al mirar desde el borde comprobó que su profundidad era insondable.


insondable (fuente: diccionario de la Real Academia Española)

1. adj. Dicho del mar: Que no se puede sondear, que no se puede hallar su fondo con la sonda.

2. adj. Que no se puede averiguar, sondear o saber a fondo.


No obstante, su ancho era aceptable para dos de sus capacidades deportivas…el salto largo o con garrocha. Para este obstáculo correspondía el primero:



Pie de página (fuente Wikipedia)


El salto de longitud o salto largo es una prueba actual del atletismo que consiste en recorrer la máxima distancia posible en el plano horizontal a partir de un salto tras una carrera. Forma parte del programa de atletismo en los Juegos Olímpicos en la categoría masculina desde su primera edición celebrada en Atenas 1896 y en la femenina desde Londres 1948. No obstante, esta prueba ya se realizaba en los Juegos Olímpicos en la Antigüedad al menos desde el año 708 a. C., incluida dentro de la prueba del pentatlón.


Después de muchos obstáculos en su camino, IA pudo llegar por fin al lugar al que deseaba ir. Los corrales y el establo. Cuando entró al lugar todo era un desquicio: la pobre vaca lechera tenía sus ubres por estallar, el caballo Hidalgo, había empezado a comerse su cama húmeda de su propia orina y llena de estiércol. Las gallinas y el gallo, solo se alimentaban de cucarachas, y tomaban agua sucia que quedaba en los bebederos. La tortuga Alfonsa, solo se entretenía comiendo unas hojas secas, y las cabras, estaban hambrientas y cargaban con tanta impotencia por la situación que solo arremetían  topetazos contra las paredes.


Pie de página, ;

La cabra (Capra aegagrus hircus) es un mamífero artiodáctilo de la subfamilia Caprinae que fue domesticado alrededor del octavo milenio a. C., sobre todo por su carne y leche.[1]​ Al macho de la cabra se le llama cabrón (si bien en algunos países hispanohablantes esta palabra se considera malsonante), así como también cabro, chivo, macho cabrío, irasco, castrón o chivato, y a las crías se las llama cabrito, chivito, choto, baifo. Al conjunto de estos animales, criados por el hombre, se le conoce como ganado caprino o ganado cabrío.[1]


Cuando los animales vieron a IA, no lo podían creer, estaban tan contentos que todos empezaron a hacer lo que sabían hacer para que los humanos los entendieran: el caballo Hidalgo relinchaba con todos sus pulmones, las gallinas cacareaban y aleteaban, la vaca mugia de alegría, las cabras comenzaron a balar con tanta fuerza que todo el lugar se convirtió en un verdadero jolgorio. Incluso la tortuga movía de un lado al otro su cabeza con una lombriz en su boca que encontró de casualidad. 

Lo primero que hizo IA, al llegar fue a abrazar a cada uno de sus amigos de toda la vida; después comenzó por lo más urgentes, agarró el balde y el banquito de ordeño para ordeñar a la vaca; tal fue el alivio del noble animal que sus párpados se entonaron. Después, IA continuó llenando el comedero de las gallinas con maíz y fue a buscar al aljibe agua cristalina y fresca con la que llenó hasta el borde los bebederos, las desesperadas aves se arremolinaron para comer y tomar con desesperación; inmediatamente después ordenó a todas las cabras. Por último se dedicó a dejar confortable al viejo caballo Hidalgo, retiró toda su cama, junto con una enorme cantidad de bosta, trasladando con una carretilla todo el desperdicio y lo depositó en un lugar alejado del corral; junto con el maloliente desperdicio una innumerable cantidad de moscas y moscones lo siguieron. Después regresó al establo y colocó una nueva cama bien mullida para que Hidalgo pudiera descansar por las noches, y llenó su comedero con heno y alfalfa, también llenó su bebedero con agua fresca y limpia, por último acarició la frente del animal, que hizo un pequeño relincho de satisfacción, que en realidad era una mensaje a sus camaradas:


— Hoy hemos tenido suerte amigos, IA, no se olvidó de nosotros.


Después de dejar todo el corral en orden, IA se dirigió al lugar en donde se encontraba la torre caída, junto a lo más valioso de la comarca; todos los libros.


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